Me gusta vivir el verano como una salida de la conocida “zona de confort”. En mi caso, aprovecho para visitar nuevos lugares, convivir con personas con las que no lo suelo hacer, realizar actividades diferentes, pasar algunas noches en caravana y detenerme a contemplar la naturaleza.
Todo esto me ayuda a poner las cosas en orden y a valorar mi vida. También esta perspectiva me permite visualizar aquello que no está funcionando y no debería seguir acompañándome.
Sin duda, después de todas estas vivencias enriquecedoras, es importante volver a tu centro.
¿Qué significa?
Volver a tu vida cotidiana, valorando también lo que haces cada día, a las personas que te rodean, aquello que te hace sentir bien… a TU ESENCIA.
Es difícil, porque nos encontramos con problemas y obstáculos que hacen que queramos escapar. Sin embargo, existen numerosos recursos para que tu mente sea tu aliada incluso ante situaciones complicadas: las personas vitamina (aludiendo a @marianrojasestape), las salidas a la naturaleza, el descanso, la alimentación, el deporte, la ayuda profesional…
Durante el embarazo te encuentras totalmente fuera de la zona de confort, a pesar de que no seas madre primeriza, porque en cada ocasión es diferente. Puede que sientas que estás en una montaña rusa de emociones, o que te impresione el tamaño que han alcanzado tus pechos, o que tengas náuseas repentinas, o vómitos incluso, o que tengas un impulso repentino por reorganizar tu hogar. Mil y un síntomas que varían entre las mujeres y también entre los embarazos de una misma mujer.
Incluso entre tantos cambios, es importante volver al centro, a TU CENTRO, ya que en el embarazo nos encontramos con mucha luz, pero muchas mujeres se encuentran también con sombras. Sin embargo, no está reconocido socialmente. Cada vez se vuelve más natural hablar de las dificultades tras el parto, pero el embarazo es un estado bastante idealizado.
Pero…
¿Y si tienes un miedo atroz a un aborto porque ya lo has vivido?
¿Y si sufriste en tu infancia y temes repetir esos patrones?
¿Y si no esperabas este embarazo y no acabas de aceptarlo?
¿Y si….?
Se dan tantas situaciones como mujeres embarazadas. Muchos puntos en común, pero también muchas diferencias en base a aspectos como la experiencia personal, las vivencias, la forma de ser e incluso la red de apoyo (si existe, no existe, es deseada o impuesta).
Ante estas grandes sombras, ¿cómo disfrutar del embarazo? ¿Cómo acumular recuerdos tiernos? ¿Cómo vivirlo de forma positiva y feliz?
Creo que tiene mucho que ver con llegar a TU CENTRO. Ese punto de equilibrio en el que te encuentras con la ilusión y pones consciencia a tus verdaderas emociones, sean las que sean.
Es decir, aceptar y validar la luz y la sombra.
¿Cómo conseguirlo?
Prueba y escoge aquello que te ayude de lo mencionado anteriormente (personas vitamina, naturaleza, alimentación, descanso, deporte…) o encuentra la ayuda que necesitas de mano de una persona profesional.
En los talleres grupales y las sesiones individuales de musicoterapia encontrarás un espacio en el que…
Sentirte bien: escuchada, respetada y apoyada.
Conectar y fortalecer el vínculo contigo, con el bebé y con tu pareja (si tienes).
Conocerte a ti misma en esta etapa vital de transformación.
Adquirir herramientas para el control de la mente y del cuerpo.
Todo ello a través de la música.