Superposición del sitio

¿Seré una madre ideal?

“Estoy embarazada y no me reconozco”.


Puede que te suene esta frase. 


Y no porque sea algo que se suela escuchar. Al contrario. Este tipo de confesiones aún siguen estando ocultas en nuestra sociedad. Se realizan normalmente en ambientes seguros, entre personas de mucha confianza, o en círculos de mujeres que atraviesan el mismo momento y en los que se prioriza la empatía y el apoyo mutuo.


Quizás no te reconoces en el espejo.


O no comprendes por qué esos altibajos emocionales.


O puede que sientas a tus amigas cada vez más lejos.


O que todo el mundo te dice que es el momento más feliz y no lo estás viviendo así.


En esta etapa de tantos cambios, algunos se producen a nivel interno y no son tan evidentes como la “tripita”, como por ejemplo el aumento de volumen sanguíneo y de frecuencia cardíaca, así como la disminución de la tensión arterial. Saber esto te puede ayudar a entender por qué retienes líquidos o tienes más calor del habitual.


Por otro lado, el volumen de la vejiga se reduce a la mitad, lo cual explica que necesites ir a orinar con más frecuencia.


Se dan cambios en la piel e incluso en el sistema músculo- esquelético, ya que aumenta la curvatura de la columna vertebral para compensar el peso del útero. 


Como consecuencia del aumento de tamaño de este, el diafragma sube y se puede tener sensación de falta de aire.


Y como estos, podríamos nombrar muchos más síntomas que se dan durante el embarazo. Reconocerlos y comprender su origen nos puede ayudar a aceptarlos y vivirlos con más naturalidad.


Pero es cierto que cada mujer tendrá una vivencia distinta. 


Algunas tienen náuseas y otras no. 


Algunas rechazan alimentos y otras no. 


Algunas viven con alegría el aumento de peso y otras no. 


… Y todo está bien…


Porque lo que sí es común en el embarazo es que se trata de una etapa de cambios, de transformación y de preparación, para lo cual es necesario darte tu tiempo de aceptación y adaptación.


Sin comparaciones.


Sin culpa.


Escúchate e intenta darte lo que necesitas, respetando tu propio proceso y tu forma de vivirlo. Y si te abruman los sentimientos relacionados con la incertidumbre buscar apoyo es una muy buena opción. 


¿Serás una madre ideal?


Lo serás.


Dependiendo de tus vivencias, tu experiencia, tu trayectoria… lo harás y vivirás de una forma u otra, pero siempre será como tiene que ser.


Feliz camino.

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