Superposición del sitio

Archivos

Blog

El vínculo

Las mujeres embarazadas que conozco y he conocido, incluyéndome a mí misma, reciben una atención médica por el hecho de encontrarse en esta etapa: análisis de diferente tipo, mediciones físicas, control fetal, etc.

 

En un periodo de transición tan potente no se atiende de forma general a los cambios en las otras esferas de la persona: mental, espiritual y emocional. Solo una parte de esta población, por causas diversas, participa en actividades que complementan esta atención física y favorecen la creación de un vínculo temprano.

 

Pero, ¿realmente es importante la creación y el fortalecimiento de este vínculo prenatal? ¿No se puede crear una vez que el bebé ha nacido?

 

Cuando nace, el bebé cuenta con características especiales para activar la atención de sus cuidadores y el apego, como su cara, entre otros. La configuración facial del bebé resulta sumamente atractiva para generar reacciones positivas e inhibir la agresión.

 

El vínculo materno-fetal podría ser definido como la filiación de la madre hacia el feto asociada con los aspectos emocionales y cognitivos necesarios para recrearlo como otro ser humano.

Dicho vínculo se da de la madre hacia el feto de forma unidireccional y, una vez que ha nacido, se desarrolla el apego, el cual es bidireccional y consecuencia de un proceso de vinculación prenatal.

 

Dependiendo de la calidad de la vinculación entre la madre y el feto, varía la calidad de la vinculación en el post-parto temprano, ya que en la mayoría de los casos ambas vinculaciones son idénticas, constituyendo el parto un episodio de transición entre ellas.

 

Por lo tanto, el vínculo materno-fetal influye directamente en el desarrollo y vinculación neonatal.

Cuando durante el embarazo se dan sentimientos de unión hacia el feto, empatía y sensibilidad propia del rol materno resulta beneficiada la relación madre- bebé así como las prácticas de crianza. Esta interacción, base del vínculo madre- bebé, representa un papel fundamental en el desarrollo social, emocional y cognitivo en la infancia temprana.

 

Dicho todo esto, es lógico pensar en añadir a los efectos positivos del descanso y la alimentación los derivados de la atención prenatal. Por lo tanto, la atención temprana, centrada en el periodo de 0 a 6 años, debería extenderse al periodo prenatal.

 

¿Cómo? 

Con acciones dirigidas a mejorar la empatía de las mujeres hacia el feto y el vínculo materno-fetal para optimizar a corto y largo plazo la salud de las madres y sus bebés, el óptimo desarrollo del vínculo madre- bebé y las prácticas de crianza y parentalidad positiva.

 

En dichas acciones, sería interesante incluir la participación en grupos de apoyo madre a madre y de los espacios de encuentro que permiten la expresión de los sentimientos, vivencias y temores propios de esta etapa, ya que estos grupos adquieren una importancia significativa en la transición a la maternidad y en el periodo post-parto.

 

A través de una atención interdisciplinar, las mujeres podrían potenciar sus recursos internos, así como su capacidad de resiliencia y el papel de la pareja de crianza y las redes sociales de apoyo, incidiendo en la salud física y emocional de madres y bebés, pero también en la vinculación post-natal, el apego infantil, las pautas de crianza y parentalidad positiva y la prevención entre otras del abuso y maltrato.

 

¿Estás embarazada?

¿Has encontrado alguna práctica para favorecer y desarrollar el vínculo prenatal?

La musicoterapia es un potente complemento a la atención médica, atiendo al resto de esferas de la persona a través del uso de la música, la voz y el movimiento durante el embarazo.

 

Fuentes:

Arranz Freijo, E., Roncallo, C. P., Sánchez de Miguel, M. (2015). Vínculo materno-fetal: implicaciones en el desarrollo psicológico y propuesta de intervención en atención temprana. Escritos de Psicología, Vol. 8, no 2, pp. 14- 23. https://scielo.isciii.es/pdf/ep/v8n2/revision2.pdf

Etxchebarría, I., Fuentes, M. J., López, F. y Ortiz, M. J. (2021). Desarrollo afectivo y social. Psicología Pirámide. 

 

Blog

Ir al contenido